La ciudad de Londres contemporánea y la escena internacional del arte sirven como telón de fondo para esta comedia de costumbres, que da una mirada a los apetitos insaciables y a la moralidad de algunos de sus jugadores mas importantes. Marchantes, coleccionistas, artistas y todos aquellos que rivalizan en un mundo donde la línea que separa el éxito del fracaso es muy frágil.
Año: 2009
Formato: DVDRip
Elenco: Gillian Anderson, Alan Cumming, Heather Graham, Danny Huston, Christopher Lee, Joanna Lumley, Charlotte Rampling, Amanda Seyfried, Stellan Skarsgard, Jaime Winstone,
Tal vez te interesen estas otras películas:
Película sobre Bernadette Chirac, esposa del ex-presidente francés Jacques Chirac. Cuando llegó al Elíseo, Bernadette esperaba obtener por fin el lugar que merecía, tras haber trabajado siempre a la sombra de su marido para convertirlo en Presidente de la República. Pero calificada como anticuada y antipática, Bernadette decidió vengarse convirtién...
El FBI cuenta con un departamento que se dedica únicamente a investigar y perseguir a los delincuentes que actúan en Internet. La agente especial Jennifer Marsh (Diane Lane) creía haberlo visto todo... hasta ahora. Un depredador cibernético cuelga torturas y asesinatos en su página web. El destino de sus prisioneros depende del público: cuantas más...
Tras la elección de su madre como presidente, el joven Alex Claremont-Diaz (Pérez) es rápidamente elegido como el equivalente estadounidense de un joven miembro de la realeza.
Un misterioso renegado llamado Brayker se ve obligado a defender de un ejército de demonios insaciables, a un variopinto grupo de huéspedes en una pensión. Al frente de dicho ejército está el Recolector, un carismático ladrón de almas.
Diego es un médico acostumbrado a manejar situaciones límite, que se ha inmunizado ante el dolor ajeno. El intento de suicidio de Sara, una de sus pacientes, provocará que el compañero sentimental de ésta señale al médico como responsable directo de lo ocurrido durante un amenazante encuentro. Horas después, Diego sólo recuerda el ruido de un dispa...